Se calcula que casi el 60% de los exfumadores aumenta de peso, hecho que se asocia al abandono de la nicotina. Aunque tambien influyen diversos factores hormonales, sensoriales, digestivos...
En la mayoría de fumadores, la nicotina consumida hace que la velocidad de su metabolismo sea más rápida, por tanto al dejar de fumar ésta se vuelve más lenta y otra razón por la que se engorda es que muchos fumadores al dejar de fumar tienden a comer más debido a la ansiedad producida por el hecho de no fumar.
Para evitar engordar debemos seguir unas pautas como métodos para combatir la ansiedad, como la meditación, la respiración profunda u otros ejercicios que serán favorables para evitar el impulso tanto de fumar como de comer.
A la vez que reduce su número de cigarrillos, debe iniciar su plan de entrenamiento físico. Para empezar caminar 10 minutos de manera regular será suficiente, poco a poco irá incrementando el tiempo hasta llegar a 30 minutos, entonces habrá llegado la hora de dejar de fumar definitivamente pues esos 30 minutos de ejercicio diario serán suficientes para contrarrestar el descenso de la velocidad de nuestro metabolismo anteriormente comentado.
Caminar fortalece los músculos, reduce el estrés, y resulta una poderosa arma para no incrementar nuestro peso al dejar de fumar. Además, la mejora de tu forma física será una razón más para no caer de nuevo en la tentación de fumar.